Llegado el año 1968, decidieron trasladarse desde Oviedo, su ciudad natal, hasta Avilés. Comenzaron una andadura nada fácil, pero que enseguida empezó a dar sus primeros frutos.
A día de hoy ya estamos en la segunda, casi tercera generación, pero siempre siguiendo los patrones que estos dos trabajadores incansables nos inculcaron.
Las cosas se deben hacer con el máximo interés y nunca has de fallar a nuestra gente, gracias a ellos, estamos aquí después de más de 50 años.